viernes, junio 16, 2006

Carta abierta a la vida.

Que MIERDA le voy a hacer. ¡¡Vida!!, eres de plano una cosa implacablemente injusta, cruel, un orfebre con una calculada y ultra estandarizada producción de humanitos en serie.
¡Que paradoja!, ¡que falta de sensibilidad con el cliente!, -diría por ahí algún ingecoláctico-. Ella solita, sin consular mi parecer me dio dos brazos, con dos manos, dos piernas y lógicamente un par de pies.

Ni que decir del par de ojos, pares de orejas (por suerte no churejas) y dupla de orificios nasales.

De seguro se imaginarán lo que viene...claro pueee!!!!, me rellena un par de pulmones, dos corridas de costillas y pa’ rematarla, una senda dupla de riñones.

Al final, sólo me queda encararte y preguntarte ¿por qué cresta me has dotado de pares de artefactos que no quería en tal cantidad y de aquello que desearía tener dos ... tan solo me proviste de uno?

Vivir no es simple.