martes, septiembre 26, 2006

Ciencia económica. Ni nunca tanto.

Hablando de cuestionarse lo que uno hace, hace días en un reportaje del Mercurio de Santiago se hizo un reportaje del desaparecido gran dibujante Lukas, en una de sus tiras cómicas leí lo siguiente: “gracias a Dios que Colón no conoció los estudios de factibilidad”.

No niego que es un buen golpe al ego, con humor me lo metieron dobladito, pues a nosotros se nos estrena para optimizar, logrando la cartera mas viable, la masa eficiente de trabajo, con un mix de gente y tecnología, el mejor VAN y mejorar el beneficio de la empresa –reduciendo costos y aumentado utilidades-, términos que para la señora que me vende el pan es como para mi escuchar misa en Latín.

No son pocos e inclusive mentes preclaras –yo no estoy en ese lote- los que decimos que las finanzas y ciencias económicas son actividades tan humanas y proclives al error como meter a un elefante dentro de una cristalería. Además, no son pocas las leyendas que circulan en la Facultad –digamos leyendas universitarias- sobre connotados investigadores, que inventan los datos y trabajan con alguna que otra matriz pifiada.

¡¡¡Cuidado cuando los economistas esgrimen signos griegos!!! clamaba un artículo por ahí, explicando que la economía es una ciencia que cada vez desea parecerse mas y mas a la física, por que alejada del campo pretende a punta de papers, cómodamente entre el teclado y el respaldo de la silla, lograr interpretar y predecir la realidad, olvidando que mas que mal, igual el investigador no pierde su condición de humano, afectado por emociones que se sobreponen y condicionan la razón. Remata el artículo y le da el tiro en la cabeza, diciendo que en física se necesitan tres leyes para explicar el 99% de la realidad, en finanzas –prima hermana de la economía en su pretensión- se necesitan 99 teoremas para predecir con un 3% de acertividad.

No quiero pretender ser tan arrogante como para invalidar todo lo avanzado en las ciencias sociales y tampoco no dejar de considerar que estamos en tremenda desventaja con otras ciencias, pues nuestro objeto de estudio es algo mas delicado que una roca –por ejemplo-, a la que puedo someterle temperaturas y trituraciones a destajo, pero tampoco quiero dejar de creer en que muchas soluciones y respuestas a los problemas mas duros se encuentran fuera de la Academia y por lo mismo no siempre será necesario recurrir a peludos modelos de algún académico de apellido imposible de pronunciar o ejemplos de países nórdicos.
Como mi padre dice a la nueva ola de ingenieros que han invadido la empresa donde el se desempeña hace mas de 25 años y que han tratado de imponer una visión de gestionarla: “ustedes están convencidos que antes que llegaran acá, esta empresa no funcionaba”.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

alo...


weno...


tas en los link compañero... hoojohojohojo...


ta muy bueno el comentario, despues leo el resto...




ns vemos por la U...



chauuus

11:57 p. m. CLT  
Blogger Esther Croudo Bitrán said...

que sabias las palabras de tu padre....
saludos

12:17 a. m. CLT  

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